Reseña | Domingo, de Irène Némirovsky
Título: Domingo
Autor: Irène Némirovsky
Páginas: 352
Editorial: Salamandra
Precio: 19.00€
Desde la publicación de David Golder, que marcó el comienzo de su brillante carrera literaria, Irène Némirovsky concitó la admiración de los lectores por su lucidez y habilidad para captar las debilidades y flaquezas de la naturaleza humana. Este libro reúne, por primera vez, quince historias que aparecieron originalmente en distintas revistas francesas entre 1934 y 1940, una selección de su narrativa breve que atestigua el extraordinario talento para el retrato psicológico y social que Némirovsky demostró desde muy joven, así como su capacidad para condensar, con la máxima sobriedad y eficacia, esos acontecimientos decisivos que pueden dar sentido a toda una vida.
Hacía mucho tiempo que un libro no me llegaba tanto. En cada página leída sentía un profundo sentimiento de "ojalá eso lo hubiera podido escribir yo". Es aquello a lo que aspiro. En cada relato consigue transmitir una historia profunda con mucho significado.
Si no conocéis a la autora seguro que si habéis oído hablar de una adaptación “reciente” de uno de sus libros: Suite francesa. Aunque, desde su estreno (antes incluso de saber en qué se basaba) he querido verla, aún la sigo teniendo pendiente. Este es mi primer acercamiento a las obras de Némirovsky. Desde el comienzo del primero de los quince cuentos nos demuestra su estilo. Sutil, muy cercano a la poesía y con la capacidad de entrar con facilidad en lo más íntimo de sus personajes. Describe lo justo porque prefiere mostrar antes que contar.
Sus escritos tienen mucho que ver con su vida. Nació en Rusia, pero siendo muy joven tuvo que mudarse a París como consecuencia de la Revolución Rusa. Durante su vida consiguió tener algo de fama. Esta le permitió acercarse a personas adineradas lo que luego fue capaz de plasmar. Combina sus orígenes rusos con su educación francesa. Murió durante la segunda guerra mundial tras ser enviada al campo de concentración de Auschwitz por ser judía. Solo tenía 39 años. Después de eso fue olvidada en Europa. Fue redescubierta al publicarse la novela Suite Francesa en 2004. Con su vuelta a las librerías se le ha vuelto a proclamar como uno de los mejores escritores europeos de principios del siglo XX.
Los relatos que recoge Domingo fueron publicados en revistas francesas entre 1934 y 1940. Igual que pasó con su vida los cuentos se pueden dividir en diferentes etapas. Una más cercana a su infancia y al viaje hasta llegar a París, otra de su estancia en París y el acercamiento a la burguesía y una última en la que muestra la convulsión por la llegada de la Segunda Guerra Mundial. Supo leer muy bien a mujeres y hombres para dejarlos al desnudo de manera muy sutil. Esa es una de las palabras que definen los quince cuentos. En todos ellos, nos va adentrando en diferentes temas lentamente y deja que seamos nosotros quien los descubramos. Algunos al límite de sus posibilidades pero que, sin embargo, siempre tienen alguna lección que dar. Trata el amor, la pérdida o la soledad.
Se pueden encontrar, incluso, algunos guiños a su familia. En “El señor Rose” el protagonista menciona la dulzura que le produce que una mujer se haga llamar Lucy acabado en “y” para aparentar una mayor posición social. “Sin saber por qué, aquel gesto de mal gusto le encantó” (pág. 329). La madre de Iréne Némirovsky se llamaba Faïga, pero prefería ser conocida como Fanny. Un libro para leer con calma porque no querrás que nunca acabe. Una vez hecho (tardé meses en leer el último relato y los releeré), no podrás parar hasta encontrar sus novelas.