Reseña | Océano África de Xavier Aldekoa
Título: Oceáno África
Autor: Xavier Aldekoa
Páginas: 296
Editorial: Ediciones Península
Precio: 17.90€
Esta es una historia de carreteras de tierra, de viajes en autobuses destartalados y de platos de mijo compartidos. También de las lágrimas de un veterano de guerra en Sudán del Sur, de la negociación de una dote en una aldea sudafricana y del hambre desesperada de los nómadas del Cuerno de África.
Desde hace más de una década, Xavier Aldekoa recorre el continente africano, donde ha sido testigo de guerras fratricidas, de hambrunas silenciadas y del despegue de naciones. El reportero polaco Ryszard Kapuscinski decía que África no existe, y probablemente tenía razón, pero desde luego sí existen los africanos. Este es el libro de un periodista en África pero también de la risa, la ira, el baile, la muerte, la fiesta y la vida en un territorio de una riqueza humana y cultural apabullante.
Desde hace más de una década, Xavier Aldekoa recorre el continente africano, donde ha sido testigo de guerras fratricidas, de hambrunas silenciadas y del despegue de naciones. El reportero polaco Ryszard Kapuscinski decía que África no existe, y probablemente tenía razón, pero desde luego sí existen los africanos. Este es el libro de un periodista en África pero también de la risa, la ira, el baile, la muerte, la fiesta y la vida en un territorio de una riqueza humana y cultural apabullante.
Como nacida en Tenerife mi cercanía con África es grande. Nuestras instituciones políticas forman parte de España y Europa, pero nuestras islas se encuentran en el continente. Estamos más cerca del Sahara o Marruecos que de la península ibérica. Pero solo en cuestión de kilómetros. No está en nuestras prioridades, salvo algunas excepciones como la del periodista Pepe Naranjo (Premio Canarias 2016). Para conocer más a este continente buscaba en la biblioteca digital un libro de Kapuściński cuando encontré este de Javier Aldekoa.
La pasión por los viajes de Javier Aldekoa se inicia desde pequeño gracias a los libros de Julio Verne. Hoy es un reportero que recorre África para contarlo. En este libro se reúnen algunas crónicas. Él cuenta lo que ha vivido y conocido allí, nos aporta su experiencia, pero sin tomar el protagonismo. Nos da datos y nos introduce en los aspectos socioeconómicos e, incluso, en los intereses que algunos países pueden tener por su riqueza en minerales, petróleo o simplemente por tener una población joven (recordemos que en gran parte del mundo la población está envejeciendo).
Sobre África he leído hasta el momento cuatro libros que me han impactado. La corrupción tras la inmigración del Harraga de Antonio Lozano, las dos crónicas de Mungo Park en su búsqueda de los secretos del Níger y Océano África (Ébano es mi gran pendiente). En el río Níger comienza precisamente “Océano África”, en un viaje en barco por sus aguas.
Si hay una de las historias de las narradas por Javier Aldekoa que me marcó es la de Nigeria. El contraste del país y como la gente ya se ha acostumbrado a las indiferencias. Hay muchas en el libro que merecen ser recordadas, pero para mi esta especialmente. Tampoco se olvida de las mujeres, “está esperando a que las mujeres ocupen el sitio que les corresponde”. Ellas son protagonistas, grandes responsables del progreso casi siempre en un segundo plano.
En este libro conocemos a África en todas sus perspectivas. Recordamos que es un continente en construcción. Olvidado por gran parte del mundo. Somos partícipes de sus problemas. De la pobreza extrema que se vive en Somalia y de las epidemias -sida, ébola- que asolan a los países con menos recursos. No se queda ahí.
Son 21 los capítulos y 16 los países que forman el libro. Algunos de ellos son largos y otros muy cortos, pero de todos se puede aprender algo. En conjunto nos permiten ver la diversidad de África. Podría parecer que algunos no están relacionados entre ellos, pero acaban formando una realidad que nos ayuda a acercarnos a ella.
Una lectura recomendada para los amantes de los viajes, de la historia, del Periodismo. Nos lleva más allá de nuestros prejuicios. Conocemos a personas reales, no a números. Sus tradiciones, sus festejos, sus pensamientos y sus desgracias. Lo más importante de todo es recordar que en el continente africano hay mucho más de lo que conocemos.
“Para querer a África no basta con soñarla, hay que caminar sus calles, reírse con su gente, escuchar sus alegrías o tristezas y sentirse ridículo por no entender nada y volver a sorprenderse para comprender. Cualquiera que ansíe conocer un territorio tan vasto y diverso debe recorrerlo con los ojos abiertos y cerrarlos para volver a empezar”.
