Mitología en Canarias: Jardín de las Hespérides
La sección se llama "Canarias es Hespérides" por un legendario Jardín que algunos historiadores sitúan en las Islas del Atlántico, entre ellas, las Islas Canarias.
© Alejandra Glez. Noda |
La mitología griega habla de unas manzanas de oro (regaladas por Gea a Zeus por su boda con Hera) que se encontraban en un Jardín custiodado por Hespérides. Las Hespérides eran unas ninfas, hijas del titán Atlas, al que Zeus había castigado cargando la bóveda celeste.
Se considera que el Jardín de las Hespérides estaba localizado en el confín del mundo conocido, más allá de las Columnas de Hércules, en Gibraltar. En la zona occidental de las costas de África. Canarias y el resto de islas de la Macaronesia cumplen ese requisito de ahí que se sitúe ahí el Jardín de las Hespérides.
Uno de los doce trabajos que Hércules tuvo que realizar por orden del rey Euresteo era conseguir las manzanas doradas capaces de dar la inmortalidad a quien las tomase. Para ello, tenía que vencer a un dragón y sortear a sus vigilantes. Conciente de que a Atlas le resultaría más sencillo porque le conocían, sostuvo su carga para que él pudiera conseguirlo en su lugar.
Atlas derrotó al dragón, pero de su sangre brotaron unos árboles, los hoy conocidos como dragos, cuyas ramas retorcidas recuerdan a las cabezas de Ladón. Tras esto, consiguió que sus hijas le dejaran tomar las manzanas. Otros sostienen que fue el propio Hércules el que mató al dragón. Sin embargo, no quiso acabar con la belleza de las ninfas así que convenció a su padre para que el recogiera las manzanas a cambio de sostener su carga.
Tras conseguir cumplir lo prometido, Atlas intentó engañar a Hércules para que le dejase a él portar las manzanas. Este fingió caer en el truco y le dijo a Atlas que le ayudara a colocarse bien la carga, momento que aprovechó para huir con ellas dejando a Atlas tal y como lo había encontrado.
Las manzanas volvieron al jardín después de que fueran entregadas a la diosa Atenea y estas las devolviera a su lugar original.