Reseña: Diez negritos, de Agatha Christie

Título: Diez negritos

Autora: Agatha Christie

Páginas: 232

Precio: 14.90€

Editorial: Espasa

Diez personas sin relación alguna entre sí son reunidas en un misterioso islote de la costa inglesa por un tal Sr. Owen, propietario de una lujosa mansión a la par que perfecto desconocido para todos sus invitados. Tras la primera cena, y sin haber conocido aún a su anfitrión, los diez comensales son acusados mediante una grabación de haber cometido un crimen en el pasado. Uno por uno, a partir de ese momento, son asesinados sin explicación ni motivo aparente. Sólo una vieja canción infantil parece encerrar el misterio de una creciente pesadilla.

Las anteriores novelas que he leído de Agatha Christie tenían un gran punto en común. Hércules Poirot era el que nos llevaba a través de la trama y gracias al cual descubrimos todo lo que sucedía. En Diez Negritos el protagonismo va a parar a manos de la propia historia y de los personajes que van apareciendo en ella. 

Si no sabéis mucho de la narración y leéis la edición especial de Espasa, un consejo: no leáis la "Nota de la autora" hasta que finalicéis el libro, podría estropearos alguna sorpresa. Como ya comenté, en este caso, los protagonistas de la historia son los propios implicados en ella. 

Igual que sucede en otros libros de la autora como Muerte en el Nilo los conocemos primero por separado. Sin embargo, una vez se unen al principio cuesta recordar quién es cada uno de ellos. De hecho, durante la lectura yo tenía marcada la página en la que se hacen las presentaciones para volver a ella cada vez que olvidaba quién era el nombrado. 

Una vez pasada la introducción la acción se sucede más rápido y descubrimos el lado psicológico de los personajes. Cada uno actúa de forma diferente lo que te lleva a sacar tus propias conclusiones, seguramente erradas. Las piezas se van sucediendo y una vez más Agatha Christie juega con nosotros al mostrarnos una solución que luego no se llega a cumplir. 

Agatha Christie elabora un trabajo magistral al darle a un elemento a primera vista simple la capacidad de regular el destino de la novela (si ya la habéis leído sabéis de lo que hablo y si no ¿a qué esperas?). En su pluma, todo tiene sentido y cada una de las ideas que has desarrollando y desechando según lees tienen su razón de ser. La Dama del Crimen sigue consiguiendo hacer de los imposibles posibles ante tus ojos sin que siquiera te des cuenta.